lunes, 23 de junio de 2014

ISABEL FLORES-Viaje a las islas raras

                 


                  ISABEL FLORES
              Viaje a las islas raras 






  “Miraba detrás de la
brizna de hierba para
agrandar el cielo”.

G. Bachelard






Una de las cualidades de la fotografía, sino la mayor y la más aceptada, es su capacidad para transcribir la realidad, o lo que es lo mismo: lo objetivo. Esta supuesta lealtad de la imagen, contrasta con nuestra posibilidad “real” de modificar y alterar la realidad.

Las fotografías también dicen mentiras. Isabel Flores, llevando hasta sus últimas consecuencias el juego de la mentira, se inventa un inmóvil “Viaje a las islas raras”, en donde reconstruye sus paisajes de la memoria. En donde quiere que quede (reconstruyéndolo, claro), lo que nunca termina de registrar una cámara. Desde la lejanía del continente éstas islas concentran un recuerdo difuso, un rastro.

Las islas simbolizan el natural territorio para la imaginación y la utopía. Son espacios de unidad frente a la ilógica turbulencia del océano. Los cásicos espacios de unidad se sitúan en islas: Atlantis, Arcadia, El Eliseo, Las Hespérides, El Jardín Edénico… Quizás el mito del Paraíso Perdido sea sólo la nostalgia por volver a encontrar la naturaleza y rehacer la unidad.




Isabel construye sus paisajes inversos en base a la memoria y la distancia. Después sólo queda la fotografía. Estos espacios no son reales pero parecen un recuerdo de lo real. La trampa y el cartón no pueden ser desvelados porque sería como ver la representación desde la tramoya.

El resultado de un viaje en tren a través del mar inventado (en el pensamiento las imágenes corriendo por la ventanilla), la secuencia lineal vertebra una historia (quizás su historia), un ambiente, una atmósfera, un sitio concreto.

Pero nos quedan los souvenirs. Como los viajeros de fines del siglo pasado al llegar a su destino y sólo les quedan las fotos viradas. Isabel como turista accidental en una isla de mentira a fines de nuestro siglo, porque como dejó escrito Herman Melville: “La isla no está en ningún mapa. Los lugares reales nunca lo están”.


Ángel Padrón Báez
Agosto 1995                           






Este texto fue publicado en el catálogo de la 3ª Bienal Internacional de Fotografía Fotonoviembre 1995,  en la Revista FOTO en febrero de 1996 y en el Catálogo de PHotoEspaña 2000.


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